Brindaron datos escalofriantes de la muerte de Diego Maradona
Los médicos forenses se refirieron al análisis del cuerpo del astro en los Tribunales de San Isidro.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continúa y se van dando a conocer una serie de detalles reveladores sobre el estado del cuerpo del ex futbolista, antes de su muerte, ocurrida el 20 de noviembre de 2020 a los 60 años.
Los médicos forenses que hicieron la autopsia, Carlos Mauricio Cassinelli y Federico Corasaniti, declararon en Tribunales de San Isidro que el cuerpo del Diez tenía tres litros de agua en el estómago y manifestaron que podrían haber sido incluso hasta doce horas de agonía.
Un corazón lleno de grasa, hasta tres litros de agua en el abdomen y signos de una larga agonía. Estas tres cuestiones, entre muchas otras, fueron relevadas este jueves en la sexta audiencia del juicio por la muerte de Maradona, cuando los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren expusieron por primera vez los detalles de la autopsia que le practicaron a Diego el 25 de noviembre de 2020.
Para esto convocaron a dos testigos clave: Carlos Mauricio Cassinelli, el entonces director de Medicina Legal de la Superintendencia de Policía Científica; y Federico Corasaniti, jefe de la División Morgue de San Isidro, dos de los cinco peritos que realizaron y firmaron el informe del análisis realizado sobre el cuerpo.
La autopsia determinó que Diego Maradona murió a causa de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada y una miocardiopatía dilatada”. Se llevó adelante en la morgue de San Fernando.
Sin embargo, el análisis del cuerpo determinó cómo estaban los órganos al morir: según el perito Cassinelli, la mayoría de ellos pesaban casi el doble de los de una persona adulta.
“El examen empezó por la cabeza. Tenía la masa encefálica muy congestiva, edematosa, a causa de agua. Pesaba más de lo que pesa un cerebro normal. Luego el cuello: en las cavidades pleurales encontramos líquido, medio litro aproximado en cada uno. Es decir, que los pulmones estaban bien turgentes, con peso aumentado. Estaban llenos de agua“, aseguró el profesional.
Según su testimonio, el agua se pudo haber acumulado en su cuerpo a causa de la miocarditis y la cirrosis que Maradona padecía. Sin embargo, la cantidad que había en su cuerpo “no se pudo haber formado de un día para el otro”.
“Los pulmones pesaban entre los dos un kilo cien aproximadamente. Son 170 gramos más que un pulmón normal de un adulto. Tenía un edema agudo de pulmón”, continuó detallando el perito.
Luego se refirió al corazón de Maradona y confirmó un dato clave para el juicio: dijo que el paciente habría sufrido una larga agonía antes de fallecer, el cual pudo haber comenzado hasta 12 horas antes.
“El corazón pesaba 503 gramos, el doble que un peso normal para una persona adulta. Tenía todo grasa en las paredes. El aumento del peso se debe a que estaba gordo, a que tenía mucha grasa y que estaba dilatado. Tenía una miocardiopatía dilatada”, explicó el forense.
En este sentido, detalló de qué manera constató que el Diez habría agonizado antes de ser encontrado ya sin signos vitales en su casa de San Andrés, en Tigre. “En el corazón había coágulo cruórico que significa agonía. El paciente tuvo una muerte y estuvo en agonía. Esos coágulos solo aparecen en ese caso. Son de color rojizo", remarcó el testigo.
El doctor Casinelli coincidió: “Maradona no habría tenido controles por lo menos a partir de las 00:30 del 25 de noviembre. Podría haber estado 12 horas en agonía”.
“No era un paciente para estar en un domicilio. Para tratarlo habría que internarlo”, respondió Casinelli a una de las preguntas de los abogados.
Corasaniti también contestó una consulta del abogado Fernando Burlando y dijo que la forma correcta de tratar a un paciente en una situación como Maradona es “trasladarlo a un hospital y ayudarlo a que elimine los líquidos que retiene”. Dijo que es fundamental un control.