El Gobierno libertario convocó a una licitación para privatizar la Hidrovía por 30 años
La misma volverá a ser de concesión privada, y el Estado ya no estará ligado a la gestión y el mantenimiento.
El Gobierno nacional anunció el llamado a licitación para la privatización de la Vía Navegable Troncal, la Hidrovía, en un esquema que volverá a ser de concesión privada, y en el que el Estado ya no estará ligado a la gestión y el mantenimiento de la vía.
La licitación será llevada adelante por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y se recibirán las ofertas hasta el 29 de enero.
En un anuncio realizado con la presencia de los principales representantes del sector privado y productivo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, adelantó que los pliegos contemplan una fuerte modernización de la gestión de la vía fluvial, por la que circula cerca del 80% del comercio exterior argentino.
Entre otras medidas, se sumarán bases con radares y sistemas satelitales de seguimiento de los buques. Además, se renovará totalmente la señalización -generando una navegación más segura-, y se aumentarán las medidas de control para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El jefe de Gabinete señaló que durante las reuniones que mantuvieron con el Presidente y los gobernadores de las provincias litoraleñas, “todos han planteado la necesidad de llegar a un entendimiento” sobre la Hidrovía y celebró que hayan podido conciliar los distintos intereses en el pliego.
Francos subrayó que esta nueva licitación es “más completa, más moderna, porque hay muchos temas que no estaban en la concesión anterior y que se han incluido”. Además, detalló que “en esta licitación se permite que todas estas medidas de modernización que vayan transcurriendo en el plazo de ejecución de los contratos puedan ir incorporándose de manera de hacerlo cada vez más útiles para el comercio internacional”.
El futuro concesionario, que pondrá fin a la estatización provisoria de la Hidrovía, deberá cumplir el plan de obras establecido en los pliegos de la licitación y el nuevo contrato, que determina las etapas de obras prioritarias que se deberán realizar en los primeros cinco años de la concesión.
Según se especifica en el modelo de contrato, se trata de una licitación por un plazo de treinta años, que permitirá una amplia participación de las empresas más importantes del orden mundial en términos de obras fluvio-marítimas.