El Papa Francisco cuestionó el negacionismo, el ajuste en educación y dejó un mensaje para los argentinos

A un año de gobierno de Javier Milei, el máximo representante de la Iglesia Católica emitió varias reflexiones en una entrevista con la periodista Bernarda Llorente sobre temas de actualidad, y abogó por la unidad y la resolución de conflictos mediante el diálogo y la paz.

A pocos días de la celebración del aniversario del nacimiento de Jesús y las ceremonias especiales que prepara la Iglesia Católica por la Navidad, en medio de guerras y profundización de conflictos extremos, el Papa Francisco envió un mensaje de conciliación y de esperanza a sus fieles. Durante una entrevista para Canal Orbe 21 con la periodista y politóloga Bernarda Llorente, el Pontífice se refirió al panorama global, emitió definiciones sobre el avance de los discursos negacionistas y de los movimientos ideológicos de extrema derecha y expresó sus deseos para el pueblo argentino.

El Papa Francisco cumplió 88 años, está lúcido y trabaja mucho

Francisco, quien cumplió 88 años de edad el pasado 17 de diciembre, lleva más de una década oficiando como máximo representante de la Iglesia Católica Universal. A pesar de su deteriorado estado de salud físico, habla a sus fieles con claridad y sensibilidad. En un año marcado por el creciente conflicto de Rusia y Ucrania o de Medio Oriente --Israel con Palestina, El Líbano y Siria--, no deja de abogar por la unión y la esperanza de la resolución de conflictos de forma pacífica.

Pese a la distancia geográfica que lo separa de su país de origen, el Pontífice no deja de expresar su preocupación por la profundización de la desigualdad y la pobreza. "Que sigan luchando", fue su mensaje para las y los argentinos.

Ajuste en educación y cultura

Al ser consultado por sobre las políticas de ajuste en cultura y educación que afectan principalmente a la juventud, el Papa sostuvo que eso se traduce en como "un suicidio programado".

"Hacer ajuste en la educación es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo. Es criminal", aseveró el representante del Vaticano.

Sin embargo, el pontífice celebró que ante "un ajuste de ese tipo" haya gente que se oponga, y agregó: "Incluso los jóvenes. Se oponen, arman lío, reclaman. Porque la educación es un alimento. Es lo mismo que si vos le quitás la comida a la gente: la educación es la comida del alma, de la mente, del espíritu".

Asimismo, remarcó el importante rol que ocupa la universidad pública para lograr el objetivo de la movilidad social ascendente, al tiempo que cuestionó las políticas que promueven que "solamente tengan acceso a la universidad los hijos de los ricos".

"El pueblo necesita formar cabeza, necesita una cultura universitaria grande. Un país tiene que proveer a que  su universidad cree los nuevos cerebros del futuro", afirmó Francisco.

Las palabras del Papa llegan pocos días después del primer aniversario de gobierno de Javier Milei, en el cual la comunidad educativa tuvo un rol fundamental en la lucha contra el brutal ajuste presupuestario de la gestión ultraderechista, sumada a la persecución ideológica a docentes y estudiantes, o la estigmatización del sistema de control de las universidades.

Avance de la derecha extremista y los discursos negacionistas

En sintonía, el Papa sostuvo que la batalla cultural que está dando "la derecha" contra las expresiones "de izquierda" en el mundo es un tema de preocupación para la Iglesia. "Las posturas ideológicas terminan engendrando monstruos. Cuando ves estos jóvenes que pertenecen a alguna de estas asociaciones más ideológicas que cristianas (derecha, izquierda, lo que sea), son pequeños monstruitos, aferrados a la idea, ¿no?", consignó.

En ese sentido, opinó que "hay una tendencia universal a la autodestrucción", convalidada por la aceleración y encrudecimiento de las vigentes guerras. Y señaló: "En una época donde el progreso científico y mecánico es tan grande, y uno ve la tendencia de autodestrucción y a destruir a otro, se me viene pensar en la Torre de Babel. Si este gran universo que hemos fabricado no terminará siendo una Torre de Babel, ¿no?".

Asimismo, mientras la Argentina se ve intervenida por una gestión de gobierno que estigmatiza a los movimientos de defensa de los derechos humanos, o que incluso reivindica a los protagonistas de los crímenes de lesa humanidad que marcaron la historia nacional, el Papa expresa su rechazo y preocupación.

En este marco, a tres meses de la visita al Vaticano de la vicepresidenta argentina Victoria Villarruel --dirigente negacionista y reivindicadora de los genocidas presos--, habló del riesgo presente de que el diálogo y el consenso se vean opacados por creencias sesgadas. "El negacionismo siempre es venenoso. Cuando uno niega una realidad, cuando uno niega una historia, una situación concreta, se está pateando en contra. Eso siempre es una cosa grave", resaltó.

Y agregó: "El negacionismo es suicida. Hay que aceptar la realidad como viene. Y dialogar de realidad a realidad. Seguramente la realidad es la que te va a ayudar a encontrar una salida a los conflictos. Detrás de un conflicto hay una verdad, un reclamo justo, o una locura. Entonces hay que resolver esa verdad, ese reclamo justo o esa chifladura. Pero siempre con el diálogo. No se puede resolver un conflicto a balazos. Es la manera destructiva de resolver el conflicto. Del conflicto siempre se sale hacia un plano superior".

En tanto, subrayó los principios que considera fundamentales para resolver los conflictos humanos: "La unidad es superior al conflicto, el todo es superior a la parte, la realidad es superior a la idea, y el tiempo es superior al espacio".

El mensaje a los argentinos

Finalmente, tras un año marcado por la represión a las protestas sociales, por el ajuste en derechos para jóvenes y jubilados, y de enraizamiento de conflictos políticos y económicos, el Papa Francisco expresó un mensaje especial para los argentinos.

"¡Al gran pueblo argentino, salud! Que sigan luchando. Que se defiendan de las ideologías. Que no se dejen engañar por los que le venden maníes. Que luchen por los derechos".

Cómo le gustaría ser recordado

Según adelantó, próximamente se conocerán dos autobiografías: Life, de Fabio Marchese Ragona; y Esperanza: La autobiografía, de Carlos Musso.

"Cuando estoy en la intimidad me digo una verdad a mí mismo. Que soy un pobre desgraciado y a quien Dios le tuvo mucha misericordia. Con esta verdad puedo ser recordado muy bien. La misericordia de Dios es genial. Me siento muy chiquito", indicó.

Antes de concluir, Llorente le marcó que sería recordado como un Papa que ejerció grandes transformaciones en la Iglesia y que además tuvo una gran visión de su época, a lo que le contestó: "Las transformaciones había que hacerlas. Viste qué fácil que fue, porque todos las esperaban. Ahora la próxima es una mujer perfecta del Dicasterio, y adelante. Que las mujeres vayan entrando".