Las pericias psicológicas complican a los hermanos Kiczka
Las entrevistas fueron realizadas por la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas de Misiones y los perfiles descriptos van en línea con los cargos que se les imputan.
A pesar de que los hermanos misioneros Germán y Sebastián Kiczka dejaron de estar en el candelero de la atención mediática por la causa que los encuentra detenidos por tenencia y distribución de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI), la investigación sigue su curso y acaba de arrojar novedades que complicarían aún más su situación procesal.
Según trascendió, los resultados de las pericias psicológicas a las que fueron sometidos tanto el expulsado diputado provincial libertario como su hermano comerciante arrojaron resultados absolutamente comprometedores para el devenir de ambos en el expediente que ya acredita las suficientes pruebas para justificar su prisión preventiva en el penal de Cerro Azul, una cárcel de mediana seguridad en el centro de la provincia litoraleña.
Las entrevistas fueron realizadas por personal de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas de Misiones y, según allegados a la causa, los perfiles descriptos por los profesionales van en línea con los cargos que se les imputan a ambos y a los que, además, se le agregó semanas atrás una denuncia a Sebastián Kiczka por abuso sexual a una menor de 16 años de edad.
Estas pesquisas fueron solicitadas por Miguel Ángel Faría, el titular del Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles, la ciudad de origen y residencia de los Kiczka donde es tramitada esta causa que mantiene en vilo a toda la provincia desde septiembre, cuando ambos se dieron a la fuga hasta que finalmente fueron encontrados una semana después en distintos lugares (Germán en la localidad correntina de Loreto y Sebastián en un campo a 50 kilómetros de su domicilio).
Según el diario El Territorio de Posadas, el perfil de Germán Kiczka presenta “rasgos de personalidad psicopáticos y narcisistas”, “inclinación a la pedofilia” y un “patrón sistemático para captar y compartir contenido ilegal”. En tanto, su hermano Sebastián manifiesta “personalidad neurótica con rasgos depresivos, paranoicos y esquizotípicos con indicadores que sugieren un trastorno de las preferencias sexuales de tipo no exclusivo”.
En sus primeras declaraciones, el ex legislador misionero del partido libertario Activar se había reconocido como consumidor de material pornográfico, aunque aclarando que el mismo no era sobre menores de edad. Además había negado su condición de fugado cuando la justicia misionera le dictó la detención pero este no se encontraba en su domicilio de la localidad de Apóstoles: su respuesta es que se había ido a un “retiro espiritual”, aunque sus conductas en esa semana de escape sugerían lo contrario.
La causa se había iniciado en febrero, cuando fueron allanados los primeros domicilios de la familia Kiczka en el marco de una causa que iba tras el dato de una red de pedofilia extendida al menos por toda América Latina. Allí fueron decomisados los primeros dispositivos electrónicos. Sin embargo la investigación tomó otro empuje cuando se retomó sobre la figura de los hermanos entre agosto y septiembre, lapso en el que se volvieron a realizar requisas en domicilios varios y se secuestraron teléfonos, computadores, tabletas, DVD y pen drives. Allí aparecieron centenas de archivos de pedofilia que empujaron a la justicia misionera a ordenar sendas capturas, aunque para ese entonces los Kiczka se habían lanzado a un raid de fuga que los tuvo una semana en la búsqueda incluso con alertas de Interpol.
En simultáneo al rastreo de los hermanos, las redes sociales viralizaron distinto contenido vinculado a ambos. Entre ellos, un ciclo por Youtube titulado “La magia del tío Germán” con contenido en apariencia amigable para menores de edad que los investigadores analizaron como una carnada para atraer a niños y adolescentes. Las defensa de los detenidos había pedido la excarcelación de ambos, aunque la Sala II de la Cámara de Apelaciones de lo Penal de Misiones la rechazó. De ese modo, Germán y Sebastián permanecerán en celdas distintas del penal de Cerro Azul a la espera que la investigación avance y se de inicio al juicio previsto no antes del año próximo.